¡Qué bueno! !Qué estupendo!

Cuando haces aquello que quieres, que te gusta, y además has pagado el precio que creías que de verdad tenías que pagar. Pero que mal sabe cuándo compras algo y pagas más de lo que creías que tenías que haber pagado. Porque lo que has comprado… En primer lugar, yo diría que a todos nos tendrían que haber enseñado a comprar lo que de verdad necesitamos y además aquello que nos hace falta. Por ejemplo, que se lo digan a esos señores que recogen ropa: contenedores y contenedores llenos de ropa hasta rebosar. Eso queramos o no queramos es un verdadero derroche… Pero deja lo de la ropa, y métete en cualquier casa, de clase trabajadora, empezando por el botiquín. Y, que me perdonen por meterme en tu casa, pues creo que hablo con conocimiento de causa. Es una verdadera sangría y además da trabajo. Y algunas de ellas que no sabes ni por qué se compraron, pero que ahí están, y además no la quieres tirar por si… Lo cierto es que gastamos tiempo y dinero. Y es ahí donde nos equivocamos. Por ...