Siembra
Siembra sin saber si lloverá o no lloverá. Eso hacen los hombres del campo.
Cuando llega la hora de sembrar, (siembran) sobre todo porque ha llegado el tiempo y no pueden o no hay otra que sembrar. Dicen que, si quieres cosechar algo, tienes que sembrar.
Pero ahora, amigo mío, eso ya está casi pasado de moda, pues hasta los que hemos sido del campo, casi nos creemos que el pan que comemos cae del cielo. Pues todavía quedamos más de uno, a los que el campo nos dio viday que, por suerte para muchos de nosotros, el campo sigue dando sus frutos. Aunque muchos hoy no sepan que el pan y otras muchas cosas vienen del campo.
No queremos, de modo alguno, que tiempos pasados pudiesen venir, pues esperamos y deseamos que todas nuestras tecnologías sean motivos más que suficientes para que todo lo que hoy hacemos sea para el bien de nuestra humanidad. Pues esperamos y deseamos, que, por muchos locos que vengan, a esta nuestra bendita tierra, sea para el bien de todos los seres que vivimos en este mundo llamado Tierra.
Yo y otros muchos, sabemos, conocemos lo que es trabajar la tierra, donde el sol y el aire doran tu piel, donde los productos de la tierra eran exquisitos, y no por su dulzor (que también), sino porque lo vivía, lo sentía, lo olía y, sin ser un experto en nada, eras poco más o menos que un especialista. Sin estudios. Pues el solo hecho de tocarla, olerla … sabia, te decía, y tu sabías el sabor que tenía.
No intento dar lecciones ni envidia de lo que ya fuimos pues fueron otros tiempos que para los que lo vivimos quedaran para siempre. Esperamos y deseamos que a vosotros (jóvenes de hoy) os puedan quedar recuerdos positivos imborrables.
Con vuestro permiso, paso a contaros un trocito más de mi verdad.
Os hablaba un poco de la tierra… Yo fui feliz en la tierra, a pesar de reconocer que yo quería escaparme del campo, pues creo haberos contado alguna vez, que yo ponía la máxima atención si alguno de los mayores contaba alguna historia de alguien que había marchado del pueblo. Yo era amante de volar, aunque cuando me juntaba con algunos de mi edad, el hablar de salir del pueblo eso era más o menos estar…
Me gustaba la tierra y me sigue gustando la tierra, no lo puedo negar. Lo que sí que no sabía es que se podía sembrar en cualquier lugar. Eso lo aprendí muy tarde, pues me hubiese gustado sembrar, quizás mucho antes de lo que empecé a sembrar. Pero yo te diría, que no puedo reñirme y no me puedo quejar, pues lo mismo que digo que me gusta la tierra, a pesar de llegar un momento en que la quería dejar, aunque en aquel momento no lo supiera.
La tierra me tira, y no es presumir, sino que me lo he podido demostrar. Nadie puede negar que la tierra es algo que no la puedes engañar. La tierra la trabajas o no sirve, menos que no le des alguna otra utilidad.
No puedo presumir, pero si que sé, lo dura que es la tierra si la tienes que cultivar y mucho más si tienes que hacerlo a mano. La tierra te tiene que atraer, te tiene que gustar, pues si no es así, pronto te cansarás.
Hoy tengo una noticia que daros para todos aquellos que me seguís. Pasaré a escribir en este blog una vez al mes en vez de cada quince días. No quiero que penséis que ya me he cansado, pues quiero seguir al ser posible muchos años. Mi ilusión es seguir navegando mientras el cuerpo aguante, y vosotros queráis. Gracias.
Mientras tanto, si vosotros no decís lo contrario, yo seguiré con mi Mochuelo, pues nuestra ilusión es que pueda volar muy alto.
Un abrazo. Vuestro amigo, Juan.
Comentarios