El silencio

Hace mucho tiempo cuando yo era niño o muy jovencito, si en alguna ocasión me caía y no lloraba, mi madre me decía llora, llora que eso es bueno. Y cuando ya fui más grande, te decían que los hombres no lloran. Ahora sé que los hombres y mujeres han de llorar. Te digo todo esto porque quiero hablarte del silencio, de las personas que hablan lo justo y lo que les conviene. Les temo porque hay una gran mayoría que son silenciosas, pero no humildes, ni francas. No diré que son mejores ni peores, solo te diré que les tengo miedo, que me dan miedo. Lo digo porque he tenido compañeros y algún que otro trabajadore que siendo mayores no se atreven a levantar el vuelo. Pueden acetar lo que tu estás diciendo, pero en el fondo tú estás viendo que no se pronuncian, por timidez, por complejo, … No lo sé. Lo que sí sé es que yo les tengo miedo. Pues tengo comprobado que más de una vez me han fallado. Alguna vez había pensado que yo no les dejaba hablar, que yo podría ser el culpable del silenci...