Cuesta mucho
No sé si yo seré capaz de expresarte cuánto cuesta a veces explicar algo que sientes que es verdad, pero, por circunstancias, no eres capaz de demostrar.
Es posible que, siendo un poco analfabeto, sea capaz de soñar, pero que no sea capaz de explicar lo que, para otro, con más estudios, sea algo trivial.
Quizás yo sea más capaz que tú de soñar o quizás tuve la suerte de soñar y no por ser más listo o aplicado que tú, sino sencilla y llanamente porque tuve la gran suerte de soñar.
Lo digo porque no todo el mundo puede tener una gran cultura como tú para poder explicar, una cultura que tú pudiste lograr.
Mis felicitaciones para todo aquel que tiene una buena cultura para poder dar, pues somos muchos los que somos soñadores de querer dar más de lo que somos capaces de dar.
Cuántas personas analfabetas o semi han llegado a puertos lejanos… Felicidades y gracias a todos los valientes que fueron capaces de arriesgar.
Recuerdo cuando me fui a la mili a Alemania o Barcelona… ahí pude comprobar una parte de mi vida poco cultural. La que sin duda eché en falta siempre, la que nunca fui capaz de recuperar. Quizás por eso, cada día intento dar algo a mis nietos de lo que soy capaz.
Quiero saber cuánto me falta para poder llegar a mí mismo y mucho más para poder llegar a los demás. No es mi intención ser profesor, pero si quizás un alumno adelantado.
Queridos compañeros, amigos y conocidos… no quiero entender o aceptar cuál es mi edad. Pero, sin duda alguna, no me debería de engañar, ya que hemos pasado de los ochenta. Aunque hoy mismo me decían… ¡!no pareces tan mayor¡!
Gracias, porque todavía, más bien o más mal, trato de comunicarme contigo.
No cabe la menor duda de que somos muchos los mayores y la verdad es que cada día siento que nos dejan menos hablar y opinar. Una lástima. Y que conste que no lo puedo decir por mí. Yo debo y tengo que dar las gracias a cuantos me dejáis entrar en vuestras vidas gracias a nuestro Mochuelo. Gracias a él tenemos la oportunidad de poder volar mucho más lejos de lo que muchos de vosotros os podáis imaginar. Gracias por cuánto nos dais.
Un abrazo de nuestro querido Mochuelo y uno grande de éste, vuestro amigo, Juan, que no quiere despedirse de cuántos nos apreciamos de verdad. Para todos ellos y ellas, mis deseos de un 2025 lleno de rebosante bienestar.
Un fuerte abrazo, que nunca está de más.
Comentarios