Tu edad no debe marcarla tu DNI



Ser joven o mayor es algo que no nos podemos negar, pero si es muy verdad que no es lo mismo la edad que puedas tener en tu carnet de identidad que lo que tú y yo podamos pensar.

Nadie duda de tu edad, pero sí creo, que muchos de nosotros nos refugiamos, nos engañamos con nuestra edad. Es algo que pienso que no es nada bueno para nuestra sociedad. Y no es que estemos en contra de la jubilación, sino que a muchos de nosotros solo nos hace falta el estar jubilado para decir una y muchas veces que tengo mucha edad. Y no me refiero una vez más a nuestro carnet de identidad.

Quiero pensar que antes de jubilarnos, ya somos muchas las personas que nos sentimos viejos y no digamos cuando ya estamos jubilados.

Querida amiga, querido amigo cuando te jubilan y no digamos antes de estar jubilado, te queda mucha vida por delante. Yo hasta diría que te queda una nueva vida, para disfrutar, y hacer cosas para ti y para los demás. No te niegues una vez más de lo que creo que eres, somos capaces de hacer y de dar.

No te hagas mayor sin serlo, no esperes a hablar con tus hijos cuando ya es muy tarde, no te desentiendas de tus obligaciones, pero no seas esclavo de nadie. Tú y yo debemos y tenemos que ser felices solo, por el hecho de haber nacido. Todo lo demás lo dejo para que tu puedas añadir, porque tú has de disfrutar y ser feliz. 

Creo entender y hasta comprender qué hay situaciones muy desagradables, muy difíciles de solucionar, pero amigo, amiga, tú y yo tenemos que poner de nuestra parte para que situaciones extremas no puedan llegar. Creo te entiendo y te comprendo, pero quiero que este humilde blog sobre todo te dé ánimos para luchar, para que tu vida y la de los tuyos puedan funcionar, pero no esperes para el ultimo día, empieza si puedes ya, a trabajar contigo mismo, con tus hijos, tus mayores, no lo dejes todo para mañana. Siento y me duele si estas en una situación extrema. Demuestra a los cuatro vientos que tu todavía eres joven, que tú puedes, que tú quieres, y sobre todo siéntete joven por muchos años que tengas. Siempre estamos a tiempo de aprender algo más.

En este sencillo blog una vez más te quisiera contar un poquito más de mi vida particular, la que te podrá llegar, menos o más, pero si un trocito más de mi verdad. Me gustaría mucho el poderte contar muchas cosas buenas, pero no te debo engañar, son también muchas las contrariedades que vivimos. Y no creo que fuese toda la culpa de los demás. Hoy ya pasado el tiempo, me responsabilizo y pienso y creo, con toda sinceridad, que antes de montar el más mínimo negocio tú has de tener algo más que buena voluntad, pues son muchos los palos que se han de tocar. No obstante, hay algo que creo que es muy verdad, el estar enamorado de lo que haces. Sí recuerdo que uno de mis mejores aciertos fue el encontrar y poder contratar un contable, Josep, que empezó primero unas horas, después medio día, hasta delegar en una administrativa, Dolors. La que colaboró y ayudó a que nuestro restaurante pudiese dar una imagen sobre todo de ser un negocio bien cuidado y administrado. Lo que no es fácil sobre todo para un novato. Sí pienso hoy que es muy importante el ganarte tu personalidad. Pues hoy ya un poco tarde puedo pensar, sin equivocarme, que son muchos a los que no les gusta que tú tengas ideas, sueños, llámale como quieras, pero sí ganas de hacer o… 

Recuerdo que, al poco tiempo de estar en el restaurante, intenté organizar con diez restaurantes más, próximos en la zona, una reunión, para compartir, para encontrar algo que nos pudiese organizar. De los diez creo que fuimos cuatro y de los cuatro con muy pocas ganas. Yo soñaba con hacer algo donde pudiéramos colaborar (compras conjuntas u otras cosas), lo había leído en una revista que se hacía en otras zonas. La iniciativa fue mía, y no lo digo para ponerme galones, fue una realidad, pero no hubo seguimiento por parte del resto. 

Como fue una realidad, que la gestoría que teníamos, les dimos el encargo de buscar un cocinero, porque tenían un área de selección. Nos mandaron dos cocineros los que para nosotros no eran lo que buscábamos y vino el responsable de la gestoría, más bien enfadado, para decirnos que teníamos que aceptar lo que ellos nos mandaran ya que en la entrevista que ellos les habían hecho, era lo que nosotros buscábamos. En aquella ocasión, recuerdo que cumplí con mi obligación, y le dije, una cosa es lo que os ha podido decir este señor cocinero y otra muy distinta es lo que nosotros vemos en él y lo que nosotros necesitamos. 

No puedo negar mis errores, pero, no puedo negarme el poco apoyo que somos capaces de dar a los demás. Tenemos la mala costumbre de no confiar en los demás. No quiero juzgar, pues son muchas las razones y eso allá cada cual. No confiamos en la juventud, en los mayores, en los que tienen sus vidas más o menos resueltas, somos muchos incrédulos quizás porque nos engañaron, o porque nos acercamos a alguien que no era al que nos teníamos que acercar. 

Lo que sí es muy cierto es que dimos cuanto fuimos capaces de dar, pues no puedo ignorar la labor de mi mujer y las de mis hijos dando quizás hasta más de lo que muchos días ya no pudimos dar más, ¿por qué? No sería capaz de explicar, diría que algo de fe y de buena voluntad. Pues todos creo dimos según nuestras posibilidades. 

Yo diría que alguna vez que otra estuvimos al límite de nuestras posibilidades. Sé que mi mujer y yo lo dimos todo, pero no puedo ignorar la labor de mis hijos cada cual en lo que pudo dar. No podría decir quien dio más, dos piezas claves entregadas en cuerpo y alma con el restaurante, a pesar de sus estudios, ocupaciones y su juventud. Juan estudiando en Barcelona el que hubo temporadas que nos ayudaba a dar comidas al medio día y marchar de nuevo a Barcelona con sus estudios para volver y dar las cenas por la noche. O destacar la labor de Carmen la que estando en estado me organizaba las mesas desde Barcelona o dando el callo en la oficina o cobrando con el ordenador. La labor de mi mujer en el restaurante fue una pieza clave ya que sin su colaboración hubiese sido algo casi imposible. Pues toda una familia a la que yo, sin quedarme detrás, hice trabajar mucho. 

El restaurante para mí fue algo más que un restaurante, para mí, mi restaurante fue vida y sigue siendo. No puedo ni debo olvidarme de alguien que nos dio mucho, la señora Dolors, en la oficina, una colaboradora y gran trabajadora de la que jamás quiero ni puedo olvidarme pues fue la persona correcta y amable, con nosotros y nuestro restaurante. Cuando nosotros empezamos en el restaurante el tener alguien a media jornada o a jornada completa en la oficina era algo como que no hacía falta, una gran equivocación, nuestro restaurante necesitaba y nos fue rentable tener una persona en la oficina.

Fuera parte de las personas mencionadas, no tengo más remedio que aceptar, la intranquilidad del personal. Lo que no podemos negar que a pesar de los gastos fue una gran tranquilidad, el tener a todo el mundo asegurado y legalizado, lo que produjo unos gastos en la empresa, pero a la vez tranquilidad. 

Un día más y una vez más he de destacar la labor de mi familia y el coraje que yo particularmente le pude echar, las ganas de hacer y luchar. Fueron muchos nuestros errores, pero jamás con ganas de engañar a nadie conscientemente, pues fuimos muy exigentes dentro de lo posible, con nosotros mismos.

No te canso más, estoy muy agradecido de cuanto me dio la vida y mi clientela pues sin ellos no podría contarte nada. Pero quiero pensar un día más que si tú le das a la vida, la vida te devolverá lo que tú le das y un poco más. No te rindas, no te hagas mayor, aunque ya casi lo seas, sigue aprendiendo, sigue luchando, aunque algún día te sientas cansado.

Quiero verte en el camino, quiero verte el caminar, quiero verte que no paras, que tienes ganas de luchar y creo todos juntos lo tenemos que lograr. No te rindas.

El mochuelo, tu amigo Juan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Maldito tabaco

No te ates, no digas que ya no puedes

Ser mejor que ayer