Espero que puedas llegar donde tú sueñas


Mis queridas amigas, amigos y compañeros del mochuelo, entre otras muchas cosas, lo que más deseamos es nuestra libertad de amar, de hablar, de llorar o de rezar. No queremos imposiciones y sí respetar a los demás. Queremos que nuestro mochuelo tenga la capacidad y la libertad de poder aprender, enseñar y colaborar con todos los demás, haciendo el bien a nosotros mismos y a los demás. 

Nada es imposible, pero la vida es alegría plena, contrariedades y trabajo. Trabajo porque, no te engañes, si quieres algo en la vida, te lo has de currar. Puedes estar seguro de que entre otras muchas cosas me gustaría darte lo que tú buscas. Pero no dudes de que lo que tú quieres, lo que a ti te gusta, te lo has de buscar y ganar. Nuestra misión es el colaborar para poder dar un pasito más. Sé valiente contigo mismo, pero sé valiente con todo aquello que te puedas encontrar. No te desvalores, no seas menos que los demás, pues más de una vez, casi sin darnos cuenta, nos desvaloramos, como moneda de cambio. Es ahí cuando se aprovechan los demás. 

No te rindas delante de la adversidad, no te niegues de lo que te crees capaz. No te dé vergüenza soñar despierto y contarlo a quien tú creas que se lo puedes contar, pero no te avergüences por ser capaz de soñar. Procura hacer de tu sueño una verdad. No creemos que sea fácil poder decirte a ti mismo tu verdad. De lo que quieres y de lo que te crees capaz. Somos muy poquita cosa, no podemos presumir de ningún capital, pero sí que estamos siempre dispuestos a colaborar. 

Porque nuestro capital no es el dinero que se pueda contar, sino un capital humano del que un día puedes formar parte. El mochuelo es algo más que pertenecer a una asociación, porque nuestra asociación eres tú y somos todos los demás. No hay nada imposible, no hay, si hay muchas cosas que nos pueden frenar. Pero no hay barreras ni fronteras que puedan frenar a una sana voluntad o sinceridad de cada cual. Que no te frenen tus años, ni tus sueños ni tu edad. Sé tú mismo y sé verdad. Nuestro local será cultura, manualidades, será costura, reuniones y mucho más. Lo que tú te creas podríamos ser capaz de aportar y de desarrollar. No digas que no puedes. Tú puedes y además sueña y piensa que eres capaz. 

Y con vuestro permiso, un trocito más de mi verdad. 

Ya estamos en casa, pues como le dije a mi mujer, ya no nos mojamos. Primer día en Martorell, visitar a la familia y un poquito más para enseñar al menos donde se podía comprar. Segundo día, a Barcelona a comprar los pocos muebles que se podían comprar. Y, al tercer día, a trabajar, pues no podía fallarme ni fallar. 

Entre otras muchas cosas que os podría contar, destacaría que tuve unos muy buenos compañeros, pues en todos ellos me encontré con la seguridad de poder preguntar y encontrar las mejores respuestas. 

Debo decir, además, que fui un tipo de lo más feliz. 

Para mí, llevar un camión como los demás y, además, defenderme un poco por Barcelona y alrededores (con la ayuda de mis compañeros) era lo máximo. Digo esto porque un par de meses antes de irme a Barcelona, tuve la ocasión de poder hablar con un paisano mío que trabajaba en Sevilla, que según decían estaba relacionado con algo de transporte. Pasó por el pueblo y le pregunté por si tendría la posibilidad de colocarme, y sin dar muchos rodeos, me dijo que era muy difícil y además que los choferes eran casi todos del norte y eran unos tiarrones. Lo que a mí me sirvió para dejarme bastante más bajito de lo que soy.

Pero quizás eso que te duele te hace crecer. 

Cuando yo llegué a Martorell, alguien me dijo: tú no digas que no conoces Barcelona o que nunca has llevado camión… Algo que me prometí el primer día que llegué es que sobre todo iría con la verdad por delante. Sin lugar a duda me ha servido para ser lo que luego pude demostrar, y no tener la menor duda de preguntar a los demás, empezando por el encargado. No mientas, aunque mientan los demás. La vida es vida cuando hay verdad.

No os puedo negar cuánto disfruté, cuánto aprendí, y no siempre salen las cosas como tú quieres y además siendo un novato. Podría decirse que tuve suerte. Nadie lo puede dudar, pero soy más partidario de decir que puse de mi parte casi todo lo que estaba a mi alcance. Haz lo que te toca, y todo lo demás se va poniendo en tu camino. Además, puedo añadir que no soy, ni fui, muy experto, pero preguntando… se llega a Roma. 

Dos años repartiendo materiales de la construcción. A donde te mandaran. Aprendí mucho a trabajar y a obedecer. Pues prácticamente yo siempre había trabajado en casa menos el tiempo que estuve en Alemania. No era solo un aprendiz con los camiones, sino que había muchas cosas nuevas para mí. Y una vez más, pude comprobar que la vida es verdad, aunque a nosotros, muchas veces, nos gustaría que la vida sea totalmente a nuestra comodidad.

Estamos casi a finales del año. Ya nos ha nacido nuestro primer hijo el que tiene mucha importancia para nosotros. Me ofrecen un cambio de empresa. Y además nos dicen que, si queremos comprar el piso de la planta de arriba de donde vivíamos. No tenemos dinero. Es verdad que mi mujer se ilusionó y pedimos a mi padre la entrada de lo que nos pedían. Para primeros de año tenemos nuestro hijo y el cambio de empresa y en vísperas de tener un nuevo piso. Difícil de creer, pero cierto.

No te pares, no te rindas, no seas cobarde con la vida, sé honrado, y a ser posible, trabajador. Prepárate en lo que te gusta y quieres y a ser posible sé verdad. Vive tu vida con intensidad, aunque como la paloma, que, con un ala rota, intenta volar. 

Nuestro Mochuelo no es más sabio que los demás. Nuestra ilusión es hacer el bien a nosotros mismos y a los demás. 

El mochuelo, vuestro amigo Juan. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Maldito tabaco

No te ates, no digas que ya no puedes

Ser mejor que ayer