Gracias, muchas gracias !!


Gracias, por algo que quizás no soy capaz de valorar. Pero, sí que me atrevo a comentar que la palabra gracias tiene un valor (el que cada cual le quiera dar) que yo no sé si seré capaz de explicar.

Pero lo que sí que creo es que es muy verdad que la palabra gracias se utiliza cuando estas agradecido de alguien o de algo, y, puede que alguna vez que otra, quizás no sabemos apreciar.

Pienso y creo que nos falta (a casi todos) un poquito más de humildad con la palabra gracias. 

Gracias por venir, gracias por estar, gracias por muchas, muchas cosas que cada cual pueda valorar. Yo digo gracias y muchas gracias por que estés ahí para yo poderte escribir y comentar.

No intento de modo alguno convencerte con mis escritos. Sí que intento más bien ponerme en contacto contigo pues más que nada porque me hace falta comunicarme con los demás. Por eso, quizás, tengo y debo darte las gracias.

No quiero ni debo aprovecharme de tus circunstancias. Bien sabes que no soy un experto. Convencido de lo que hago o digo, intento, y hago lo posible, para que lo que escriba sea para ti y para mí. Sea algo que pienso y quiero compartir con todos vosotras y vosotros.

No quisiera que mis escritos para ti fuesen una carga, ni hacerme muy pesado, o que sean sobre cosas que a las que muchos de nosotros normalmente damos poca importancia. No soy ningún experto en la materia, pero sí que me atrevo a decir lo que pienso y creo. Es una verdadera lástima que la palabra gracias nos cueste tanto pronunciar. 

Gracias por venir, por estar ahí, por compartir, por dar valor a lo que haces, por darme una mano, pues sin tu ayuda no hubiese sido posible llegar donde hemos llegado.

Siguiendo con tu ayuda, hasta me atrevo a contarte un trocito más de mi verdad. Compañero, amigo, conocido gracias por estar ahí.

No quiero de modo alguno aburrirte con mi pasado, pues solo intento compartir y disfrutar con todos vosotros algo que para mí hace no muchos años era impensable de imaginar.

Recuerdo cuando dijimos de poner el ordenador en nuestro restaurante. Cuando lo trajeron yo no sabía ni para lo que servía un ordenador, pero el contable, ya andaba con los ordenadores en otra empresa, y mi hijo, ingeniero informático, fueron motivos más que suficientes para que nuestro restaurante fuese uno de los primeros en la zona en tener un ordenador. Un ordenador al que me daba miedo tocar. 

Solo deciros que me costó mucho el entender cuánto podría hacer el ordenador, y creerme cuántas cosas era capaz de hacer. No puedo negar que sigo siendo un novato, pero muy agradecido de haberlo probado, pues ni yo mismo me creo mi humilde progreso. Por lo tanto, gracias a los que hicieron posible que el ordenador llegara a mi restaurante. Gracias y muchísimas gracias porque no fue solo mi ordenador…

Pues, aunque yo no quiera o me cueste trabajo creerlo, mi vida es mi familia, la de antes y la de ahora, el campo, Alemania, Barcelona. Gracias a todos ellos y ellas. 

Yo, hoy, puedo hablarte desde mi Mochuelo, mi familia y mi ordenador. 

Un abrazo de nuestro Mochuelo. 

Y, muchas gracias. Gracias de vuestro amigo Juan.


Foto de Oleksandr P

Comentarios

Entradas populares de este blog

Maldito tabaco

No te ates, no digas que ya no puedes

Ser mejor que ayer