No te ates, no digas que ya no puedes
Mi querido amigo o amiga, no me importan tus años y ni tampoco tu edad, sé que has sufrido, que has luchado, pero no te puedes o no te deberías parar. Debes seguir disfrutando. La vida es un camino y no nos podemos parar. Disfruta de tus arrugas, quizás de tu poca edad. Disfruta de la vida sin importarte tu edad.
Dice en un libro que hay muchas clases de riquezas en este maravilloso mundo en el que vivimos. Las debemos ver y disfrutar: salud física, salud mental (que no apreciamos hasta que…), familias que se quieran de verdad, trabajar en aquello que realmente te guste, y sobre todo el tener a quien amar. Hay alguna más. Quiero o prefiero que tú seas capaz de encontrar. La vida es un milagro que tenemos que amar.
No quiero presentarme ante ti como alguien ya mayor pues entre otras muchas cosas quiero creerme que me queda mucho que aprender. Y, no te lo digo para hacer un cumplido contigo, sino porque realmente lo necesito, y no solo me refiero a las nuevas tecnologías, sino, porque me doy cuenta de cuanto poco sé de esta vida que me ha tocado vivir.
Ayer mismo me acordaba cuando el tenista murciano con sus 21 años es capaz de aguantar cuatro horas jugando. El ganar es muy importante, pero no menos es la mentalidad y la grandeza. A esa edad ser tan maduro y consciente de que puede ser posible... Aplaudo su inteligencia. Y también aplaudo a una persona muy importante, alguien que no se ve: el entrenador. Persona clave en el deporte y, a ser posible, en tu vida particular. Me lo digo más de una vez: sería muy bueno que cada uno de nosotros hubiera podido tener un entrenador en su vida. Yo, por mi parte, lo hubiese deseado hace ya muchos años, pues valoro mucho la labor de un buen entrenador.
Es muy importante ser un super dotado, pero muy importante es el tener alguien a tu lado en quien poder confiar y que te pueda guiar. Un aplauso al tenista, pero un aplauso no menor a ese buen entrenador o entrenadores.
Y con vuestro permiso, un trocito más de mi verdad. A donde sueño y creo que podemos dar algo o mucho más. Pues hace un momento, nos referíamos a lo importante que es el encontrar a esa persona que te pueda echar una mano bien cobrando o colaborando.
No tengo ni la menor idea de cual podrá ser el efecto positivo que pueda tener éste, mi destartalado o pequeño, blog que escribo. Pues yo le llamo blog, porque alguien le puso ese nombre, pero no porque yo esté seguro de que esto puede ser un lindo blog. Pero lo que sí que tenemos o deberíamos de tener ganas es de aplaudir a toda persona que empieza a andar.
Hoy precisamente lo he podido comprobar. Asistí a un pequeño desfile de modelos mayoritariamente de ropa de chicos y chicas totalmente aficionados, a donde aplaudimos todos muy tímidamente. Algo que hacemos y que creo que no sabemos valorar el esfuerzo de esa primera vez, a donde todos deberíamos ser conscientes de lo que supone empezar.
Muchas veces, sin darnos cuenta, no queremos valorar ese paso que tenemos que dar, y que a todos tanto nos cuesta dar. Tenemos y debemos ser que muy valientes para saber arriesgar y valorar cuando realmente empezamos a andar.
Pero con vuestro permiso, un día más nuestro mochuelo se despide y se alegra de poder estar con todos vosotros para hacer el bien a sí mismo y no mucho menos a los demás. Pues tenemos y queremos ser valientes de verdad.
Un abrazo de nuestro mochuelo, vuestro amigo Juan.
Comentarios
Como siempre nos haces reflexionar con tus sabias palabras.
Muchas gracias por compartir tu sabiduría.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, que siempre nos hacen pensar y plantearnos cosas. Y por tu amistad.
Un fuerte abrazo