Bonito año, bonito día
¡Feliz año 2024!
Sabemos y creemos que en el mundo hay miles de millones de personas que sufren y que lo están pasando muy mal, y mientras haya una sola persona que sufre no nos deberíamos cansar ni conformar y deberíamos buscar el cómo o de qué manera le podríamos ayudar.
Pero no podemos negar, que somos otros muchos miles de millones de personas que nos quejamos y lloramos por gusto, y hasta placer de decir a los demás que estamos muy mal. Algo que toleramos, aceptamos y en parte somos cómplices de esos que tanto se suelen quejar. Soy testigo y no sé si valido o me lo puedo permitir, pero puedo confirmar que nos hemos llamado por teléfono con muchas personas en estas Navidades y difícilmente encontré a alguien que me dijera que estaba muy bien y contenta. Más bien todo lo contrario.
Recuerdo a una de ellas que le dije que dejara todo lo negativo y que se fijara en algún momento de cuánto tenía de bueno para agradecer a la vida que a cada cual nos tocó vivir. No quiero creerme de modo alguno, que no me quejo nunca, lo digo y si me doy cuenta es porque yo puedo ser uno de tantos de los que se quejan, y si no constantemente, muy a menudo: sin motivo y sin razón.
Como quiera que fuese, fijémonos en nuestra hipocresía de decir siempre que estoy mal y además doy pie para que el otro me diga algo por el estilo. Pues no sé por qué todos, o no sé cuánto por ciento de la humanidad, nuestro primer lema es que estamos mal. ¿Y yo me pregunto? cuantos de nosotros damos gracias a la Vida, a Dios, a tú Tierra o a tú Sol por cuánto te dio, por cuánto te ha dado o cuánto te da cada día la vida.
Nadie duda de que hay muchas personas lo están pasado mal pero no, neguemos, no nos mintamos o no seamos cobardes y nos quejemos porque se quejan los demás. Seamos conscientes de nuestra realidad y capaces de ser verdad con nosotros mismos y con los demás.
Mis queridos amigos conocidos compañeros de este viaje de la vida, somos todos muchas veces lo que no queremos ser por el qué dirán, empezando más de una vez por papá y mamá. Quizás papá y mamá por ignorancia, porque ellos también tuvieron un papá y una mamá a los que nunca les habían dicho que la vida es mucho más real de lo que nosotros nos podamos imaginar. Nadie nace enseñado, y quizás somos nosotros a los que nos ha tocado educar, los que nos hemos dado cuenta de que el educar no es pegar sino enseñar, Y quizás meterte un poco o mucho en la piel de los demás. Seamos todos más educadores que no verdugos de los demás. Déjale volar, educa, da libertad. Para así quizás un día se den cuenta de que en general no estamos tan mal.
Pero que sí hay millones y millones de personas que lo es tan pasando muy mal.
Y sin dejarme arrastrar, os cuento un trocito más de mi verdad. La recogida de ropa usada y juguetes en buen estado que no quieren los demás.
Tenemos que decir que fue un éxito por nuestra parte, aunque no dudamos y creemos que siempre se podría a ver hecho mejor.
Pero amigos y conocidos: un diez. Y, no porque yo lo diga, sino que lo que cuenta es que nos han llegado juguetes y ropa casi como si hubiésemos hecho un pedido de cuánto nos hacía falta. Orgullosos y satisfechos nos tenemos que sentir de haberlo organizado. A más de un niño seguro que hemos hecho feliz. Y más de una persona confió y nos trajo todo aquello que ya no le era de utilidad en su casa. A todos ellos, un millón de gracias por confiar en nuestro Mochuelo.
Agradecidos y orgullosos debemos de estar de lo que empezamos con un poco de miedo. Hoy orgullosos debemos estar. Gracias por la colaboración de los demás.
No o sí podéis imaginar cuantos niños llenos de generosidad junto a sus padres nos han dejado aquel juguete del que ellos más querían y lo dejaban para que otro niño lo disfrutara quizás como él lo había disfrutado, niños que se despedían al dejar su juguete. Y niños delante de los juguetes sin saber que escoger para llevarse.
Gracias y un montón de gracias por haber confiado en el Mochuelo, y por depositar toda vuestra confianza en nosotros.
Fueron todos repartidos como todos los donantes habían deseado.
A todos GRACIAS. A cuantos aportaron su granito de arena. Gracias a cuantos hicieron posible como por ejemplo radio Martorell y muchos más. Por nuestra parte, tenemos que estar más que orgullosos de haber contribuido a hacer feliz a más de un niño.
Gracias una vez más y muchas más que merecéis, por esos juguetes ya usados, pero muchos de ellos en perfecto estado.
Gracias una vez más por vuestra generosidad y confiar en este Mochuelo que fue capaz de soñar que seriamos capaces de participar y organizar esos ratos de felicidad.
Y mil veces más gracias, a los que hicieron posible que tuviésemos regalos y juguetes para regalar a través de este Mochuelo, que un día más han podido dar un poquito de esa felicidad que de alguna manera trajeron los demás. ¡¡¡Felicidades!!!
Un abrazo de nuestro Mochuelo. Vuestro amigo Juan.
Comentarios