Otro año que pasó volando



Somos una gran mayoría los que decimos y nos lamentamos que el año ha pasado volando. Todos deberíamos estar muy agradecidos de que el año haya pasado tan deprisa. Señal, casi segura, de que todo o casi todo nos fue bien, por lo que debemos estar más que contentos de que todo o casi todo fue motivo de bienestar y de alegrías. 

Querida familia, compañeros, amigos y conocidos, es muy importante que la vida nos sonría, pero es muy importante sonreír a la vida. Quiero pensar que estamos cansados de pedir cosas a la vida: salud, lotería, una buena novia, unos buenos padres, hasta unos buenos hijos y muchísimos cientos de cosas más que se nos antojan, por el día y por la noche. 

Pero, además, que creo estás en todo tu derecho a pedir más, pues si en algo nos apoya nuestra sociedad es que no tenemos límites para pedir más y más, porque nuestra misma sociedad nos ha puesto muy fácil y además nos insta a pedir y a gastar cada día más, más y más. Pero amiga, amigo está muy bien que pidamos mucho, te digo una vez más que estas en todo tu derecho.

Pero no te olvides y sé leal contigo mismo y con los demás. Nos enseñaron mucho a pedir y casi nunca nos enseñaron que también tendríamos que dar, porque, difícilmente, si no das no te darán. Nos cuesta y nos duele dar un abrazo, una sonrisa, un adiós, unas gracias de agradecimiento. Nos cuesta y hasta nos duele soltar algo que no cuesta nada, pues, en general, somos demasiado tacaños. Es algo en lo que tendríamos que mejorar, por nosotros mismos y por los demás. 

Pero también está muy bien que pidamos a los reyes Magos: mucha salud y libertad para poder desarrollar todo eso que nos gustaría poder dar o cosechar. Ese bien que nos pueda beneficiar. 

Y si me permitís hoy, no os voy a contar nada de cosas ya pasadas, sino cosas de la actualidad. Hace unos años que a nuestro Mochuelo le dolía el no haber hecho algo que pudiese favorecer a la sociedad. Y sobre todo cuando pasaban los Reyes Magos y la Navidad. Nos dolía el no haber hecho algo para los demás.

Y este año por fin nuestro Mochuelo dijo que ya no había más treguas, que teníamos que empezar. Hemos empezado a recoger ropa y juguetes para los demás. Y hasta el día de hoy, no podemos estar más contentos. Sobre todo, por haber empezado algo que hacía unos años que queríamos empezar. Y porque además teníamos algo de miedo de como responderían los demás. 

Estamos haciendo una cosa muy casera (somos muy pequeños, pero nos creemos ser muy grandes), pero son los demás son los que aportan aquello que hace años que queríamos empezar. Aportan dando algo que ya no quieren o no les hace falta. Como son esos juguetes que no hacen falta o que están pasados de moda. Y esa ropa que no te pones nunca y lo que hace es estorbar. Pues con todo eso que recibamos, lo entregaremos a quien le haga falta. Recogemos de unos y regalamos a otros.

No os podemos decir nada sobre el resultado, pero ya podemos estar contento de cómo vamos, pues nuestra misión es cubrir en niños y niñas las máximas necesidades, como en mujeres y hombres. Pero, os puedo asegurar que el solo hecho de hacerlo ya nos está dando satisfacciones.

El mismo día que dijimos de empezar, nos dijimos que solo si hacíamos a un niño feliz ese día, ya nos dábamos por satisfechos, y según vamos creo que será a más de uno, al que con muy poca cosa haremos, verdad nuestras intenciones.

Queremos pensar o desear que, a pesar de cuantas contrariedades podamos tener estos días, que intentemos por todos los medios que seamos felices, que lo positivo pese mucho más que lo negativo, que la vida nos sonría, aunque no nos haya tocado la lotería. Pero sí que seamos capaces que nuestra balanza esté del lado positivo, por el bien de todos los que de alguna manera lo pasamos bien.

Pedimos con fuerza que este año nuevo venga lleno de alegría y de prosperidad, y nuestro mochuelo pide algo más: que todas las guerras se terminen de verdad. 


Un abrazo. Vuestro amigo Juan. ¡Feliz año nuevo!


Comentarios

Astrid ha dicho que…
Querido Juan,

Me alegro muchísimo de que tu Mochuelo haya arrancado el vuelo.
És todavía un polluelo y necesita practicar, pero a base de ir provando sin desmoralitzarse ante los contratiempos pronto volará alto y en su vuelo repartirá mucho amor.

Feliz año, Mochuelo!

Entradas populares de este blog

Maldito tabaco

No te ates, no digas que ya no puedes

Ser mejor que ayer