¿Quién soy yo para decirte que es imposible?


Casi todo es posible y lo que nos pasa en más de una ocasión es que no somos capaces de dar un primer paso. Y nosotros mismos nos frenamos, nos atamos y nos conformamos con que eso sea lo que nosotros pensamos. 

No sé el porque me complico la vida. Con lo fácil que es el no hacer nada ni molestar a los demás, pues, entre otras muchas cosas, es porque me gustaría poder contar mucho más con los demás, pues cada respuesta vuestra me haría pensar y a la vez aprender mucho más de cada uno de vosotros. Lo que quiere decir es que con mis errores y aciertos nos ayudaríamos más a tener que hacer algo más unos por los otros.

De paso os diré que, si a alguno no le he contado algo de como soy, tiene que perdonarme ya que no soy un experto en estos menesteres, algo que me encantaría poder dominar. Pero aquí estamos dispuestos a ser capaces de explorar y dominar mínimamente lo que nos hemos propuesto. Aunque no se me hace nada fácil dominarlo. Suerte de mí que tengo mis colaboradores a los que estoy muy agradecido. 

Empecé este escrito diciendo que casi todo es posible, y no porque yo sea alguien en quien poder confiar científicamente, sino porque he comprobado que en esta vida todo se empieza por un primer paso. Queramos o no queramos, la vida para ti y para mí, para el rico o para el pobre, está hecha de pequeñas cosas. Paso a paso o como tú quieras llamarles. Pero tú, yo y todos los demás si no empezamos a caminar es imposible poder llegar a alguna parte. 

Amigo, amiga, expertos y menos expertos, con más o menos posibilidades de andar, si queremos llegar no nos queda otra que empezar a andar. Es algo que se dice mucho, pero cuantos de nosotros nos creemos que eso puede ser o no ser verdad. Porque sabemos que si queremos comer pan tendrás que ir a por él. Algo tan sencillo y normal, pero todos estamos mal acostumbrados. Muchos de nosotros estamos más que convencidos de que es el otro el que ha de ir a por el pan. Una mayoría grande de nosotros, no sabemos o no apreciamos de donde viene el pan, algo que, si te das cuenta, puede ser muy malo para nuestra sociedad. Pues el ejemplo del pan lo podríamos aplicar a muchas cosas de nuestra vida diaria.

Si quieres leer un libro, tendrás que empezar, y si quieres…, nos da igual qué, tendrás que empezar. No esperes más a que te traigan el pan.

No queremos llegar por llegar, no queremos llegar para que nos vean los demás, sino porque cada uno de nosotros queramos o no queramos tenemos un camino que andar, y nadie que yo sepa vendrá para llenarte de felicidad. La felicidad no se compra, te la has de ganar. Menos que no venga un loco tirando bombas. 

Hoy, si me lo permitís, no os voy a contar ningún trocito de mi verdad. Sí que os voy a contar algo de lo que hace algunos años pensaba hacer y quizás por el qué dirán, por cobardía y alguna cosa más lo pensaba, pero no fui capaz. Pues con el permiso de nuestro Mochuelo, como podéis comprobar, he montado mi humilde belén en el local de nuestra asociación y nos hemos atrevido a recoger ropa y juguetes en buen estado para todo aquel que lo quiera donar y así poder regalar en las vísperas de reyes. Ya os tendré informado de los resultados. Quiero creer que no saldrá mal porque nuestra ilusión es recoger mucho, pero si somos capaces de ayudar a una sola persona ya nos daremos por satisfechos.

Nuestro Mochuelo no es más grande ni más pequeño que algunos de vosotros o vosotras. Somos un grupo muy reducido a donde nos proponemos colaborar con los demás, sacando fuerzas de donde no la hay, pero convencido, una vez más, que ese granito de arena pueda servir para aliviar las penas de alguien en estos días de Navidad. Nuestra ropa lleva el sello de la humildad, de la seriedad y de querer ayudar a nosotros mismos y a los demás No somos más que los demás. Somos personas que quieren, que intentan hacer algo por nosotros mismos y por los demás, convencidos de que nuestra labor no es el predicar sino el poder dar trigo.

Queremos y deseamos que nos ayudéis a ser verdad. 

Nuestro Mochuelo os desea que todos estos días de Navidad y muchos más sean motivo de disfrutar y de vivir la vida llena de felicidad. 

Vuestro amigo Juan. 

FELIZ NAVIDAD 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Maldito tabaco

No te ates, no digas que ya no puedes

Ser mejor que ayer