Pregúntate
Queremos, y yo el primero, que las cosas vengan solas, y dice algún que otro libro, que tus sueños, si es que los tienes se pueden hacer realidad, pero sobre todo pon tú de tu parte para saber a dónde te gustaría estar.
Lo siento mucho, que aprovechándome de algún que otros medio, me atreva a deciros cosas que jamás hubiese imaginado. Hoy afortunadamente me siento orgulloso y contento de ver que, dándome un poco de miedo, me atrevo a deciros cosas de las que vivo y siento. Quiero creer que todos podemos un poco más de lo que hacemos (exento si estás enfermo). Creo que, alguna que otra vez, me he referido a la cultura de muchos jóvenes y más mayores de los que conozco. Lo siento mucho por todos aquellos que con un nivel cultural alto se quedaron en el primer escalón de la escalera que estaban subiendo. Para mí es un lujo ver personas que no están muy alto, que siguen subiendo y no están estancadas.
Nadie quiere desvalorarte sobre lo que ya hiciste o estás haciendo. Pues eres tú mismo el que has de valorar o desvalorar lo que tú estás haciendo, pero además nadie puede quitarte lo que tú te has ganado con tus propios medios y que tú solo sabe lo que te ha costado, pues eres muy dueño de lo que ya hiciste o lo que estás haciendo.
Somos muchos de nosotros los, que nos quejamos de la vida que nos ha tocado vivir. La que puede ser mejor o peor, con baches o dificultades, la que realmente tenemos, la que tendríamos que amar por encima de todas nuestras dificultades, pues demos cada día gracias a la vida, por cuánto nos tocó vivir, con cuánto podemos y hacemos.
No me digas que ya has trabajado bastante, no me digas que eres mayor para disfrutar de la vida, no me digas que es tarde para empezar. No me digas que la vida no vale la pena vivirla, busca el sentido a tu vida, no digas nunca es tarde para empezar, a pesar de tus años o de tu soledad, nunca es tarde. Sabemos que nuestros gustos o caprichos pueden ser muy diferentes a los de ayer, pero hoy todavía no es tarde. Depende mucho de ti. Me asombro de ver mayores y no tan mayores, que ya han cerrado el chiringuito de su vida. No estoy en contra de tu prejubilación, ni de tu jubilación, si creo estar en contra de tu pasividad y conformidad al decir estoy jubilado y ya no hay nada más. No te mueras antes de morirte.
Hoy, como en cada Post, quiero y pretendo contarte un poquito más de mi verdad, pero quizás que no sea de trabajo, sino de mi vida personal. Mi vida personal la que está llena de trabajo. Pero del que me gustaría saber desprenderme, pues sin la palabra trabajo parece no me atrevo a caminar.
Pero me pregunto, ¿qué hay en la vida que no sea trabajo, y que hay que sea mejor que el trabajo? Yo al menos no concibo la vida sin hacer algo de trabajo, desde leer un libro, hasta lo más insignificante que pudieras hacer con las manos, escribir o hacer teatro, o cómo salir al campo y llenar tu vida de cuanto produce el campo.
No pretendo ser tu maestro en ningún aspecto de tu vida, pues no puedo negarte cuanto poco podría ayudarte. Pero a pesar de todo, yo me creo ser capaz de enfrentarme a la vida, a pesar de mi cobardía. Porque intento y lucho cada día por no hundirme delante de los inconvenientes de la vida.
Amigos, amigas, compañeros del mochuelo y los que no sean del mochuelo, cada día doy un poco más de mi vida a la asociación, ya que no puedo negarle cuanto puedo aprender de nuestro mochuelo.
No puedo negar que el mochuelo además de aprender, de enseñar y colaborar, es algo más. Porque nuestro mochuelo es libertad, es humildad es formalidad, ganas de hacer y de luchar, por nosotros mismos y por los demás. Hace una semana nos dio la locura de recoger ropa para los del terremoto de Turquía y Siria. Es una alegría poder ver desde trajes, hasta ropa de todo tipo, y de toda clase de personas de cualquier poder económico.
Pregúntate, y no te importe tu edad. No es tarde para ser tú mismo, para ser quien quieres ser, ni nada menos, ni nada más.
Nuestro mochuelo, un día más. Un abrazo de vuestro amigo Juan
Comentarios