¿Cómo te lo cuento, cómo te lo digo?

¿Cómo os lo digo? Quizás familiar, amigo o primo, quizás forastero o buen amigo, quizás conocido, para todos ellos, yo vivo y escribo. No importan los años ni lo que digo, importa que quiero y que quiero ser tu amigo. Como un forastero, como un conocido que vive, que sueña y quizás contigo. No importa qué sueño, tampoco lo que digo, no les des más vueltas, quiero ser tu amigo. Mi querido amigo. Pues, aunque no te conozco, quiero ser tu amigo. Porque dicen que el que tiene un amigo tiene un tesoro. Mi ilusión y mis ganas es tener muchos amigos y amigas. Y, no lo digo por decirlo, sino porque lo necesito, lo vivo y así lo digo mi buen amigo. Qué bonito es ver a niños o niñas con la inocencia de niño cuando dicen a boca llena: “éste es mi amigo o mi amiga”, y qué pena el perder esa inocencia porque ya eres hombre o mujer y no te atreves del todo a decir a boca llena éste es mi amigo o mi amiga, porque más de una vez te pudieras equivocar. No me quejo de mi suerte. A pesar de algún de...