Cuesta empezar

Cuesta empezar. Pero cuesta cambiar y cuesta dejar cosas que tu creías que eran para toda la vida, y cuesta mucho el pedir ayuda a los demás, y cuesta el dejar tus miedos para volver a empezar. Una de las primeras cosas que aprendemos en nuestras vidas, es a pedir ayuda a los demás y a preguntar y preguntar. Pero no han de pasar muchos años para que nuestra curiosidad empiece a notar que parece que no es bueno preguntar. Algo que vamos perdiendo voluntariamente porque vemos que no lo hacen los demás. Y así seguramente vamos dejando poco a poco esa bonita y sana curiosidad, la que hace perder esa confianza en los demás. Y yo me pregunto o te pregunto ¿tanto cuesta preguntar? Creo que mucho más de lo que nos podríamos imaginar. Es muy normal no preguntar cuando somos mayores y menos mayores. Es normal no pedir ayuda a los demás, pues no está del todo bien visto preguntar. Pero amigos, compañeros y compañeras, una y mil veces más nos tenemos que levantar porque, queramos o no, la vid...