No te rindas

Querida familia del mochuelo de la amistad, no puedo ocultar que estos días estoy de vacaciones. Una suerte, pero no menos suerte que para aquel que no está de vacaciones. Quiero y deseo que seas feliz allá donde estés y con quien estés y que no seas un amargado de la vida porque no tienes según qué cosas. Hace no mucho rato, he saludado a un señor que tiene un bar. Le he preguntado cómo está, como algo natural. Me ha contestado “ya puedes verlo, aquí trabajando como… “. Creo que entiendo que muchos de nosotros no estaríamos contentos ni en una confitería. Queridos amigos y amigas, no ignoro que haya mucha gente que lo esté pasando muy mal, algo qué no podemos ignorar: una enfermedad, una desgracia familiar, un accidente y muchas cosas más que suelen pasar. A todos ellos ánimos y fuerzas para luchar. Los demás, muchas veces nos quejamos porque creemos que es como una necesidad. La vida, la felicidad, es algo más que estar en la playa o tener un bar. No podemos ni debemos quejarnos...